Los amantes de la pesca deportiva en Tucumán ya pueden volver a disfrutar de su pasión en las aguas del dique El Cadillal. Esto debido a que finalizó el pasado 7 de octubre la veda impuesta por las autoridades, en coincidencia con el período de desove del pejerrey, la gran "vedette" de este hermoso espejo de agua. (FOTO JULITO ALE) DIARIO EL SIGLO.
Los amantes de la pesca deportiva en Tucumán ya pueden volver a disfrutar de su pasión en las aguas del dique El Cadillal. Esto debido a que finalizó el pasado 7 de octubre la veda impuesta por las autoridades, en coincidencia con el período de desove del pejerrey, la gran "vedette" de este hermoso espejo de agua.
Para confirmar el gran potencial que tiene como pesquero este embalse, ubicado a poco más de 20 kilómetros de San Miguel de Tucumán, sólo basta con mirar la fotografía que ilustra esta nota: En la imagen, Julito Ale, de 12 años, posa orgulloso con el envidiable pejerrey que obtuvo allí el pasado 8 de octubre y que acusó en la balanza de mano la friolera de 1,800 kilo (uno de los ejemplares más grandes obtenidos en El Cadillal en lo que va del año).
Para lograr su trofeo, el joven pescador actuó en la modalidad embarcado, con línea de flote y filet de mojarra como carnada, haciendo una deriva en la zona denominada como "Entrada del Río Tapia". Estuvo acompañado en la excursión de pesca por su padre, Julio Ale, quien es asiduo visitante del dique. Según los conocedores de la zona esa modalidad (embarcado, haciendo deriva) es la mejor para obtener "matungos" como el de la foto.
En cambio, para los que prefieren la pesca desde la orilla, la mejor opción para esta época del año es arrojando una línea de fondo, con encarne de filet de mojarra, si se quiere tentar a los pejerreyes, o con aserrín de hueso (se consigue en las carnicerías), para probar suerte con los lindos bagres que pueblan el lago.
Entre otras especies, las aguas de El Cadillal también albergan a enormes tarariras (algunas superan los 3 kilos, aseguran los pescadores), a las que hay que buscar actuando desde la orilla, con líneas de flote o a fondo, utilizando mojarras enteras como carnada.
Los amantes de la pesca deportiva en Tucumán ya pueden volver a disfrutar de su pasión en las aguas del dique El Cadillal. Esto debido a que finalizó el pasado 7 de octubre la veda impuesta por las autoridades, en coincidencia con el período de desove del pejerrey, la gran "vedette" de este hermoso espejo de agua.
Para confirmar el gran potencial que tiene como pesquero este embalse, ubicado a poco más de 20 kilómetros de San Miguel de Tucumán, sólo basta con mirar la fotografía que ilustra esta nota: En la imagen, Julito Ale, de 12 años, posa orgulloso con el envidiable pejerrey que obtuvo allí el pasado 8 de octubre y que acusó en la balanza de mano la friolera de 1,800 kilo (uno de los ejemplares más grandes obtenidos en El Cadillal en lo que va del año).
Para lograr su trofeo, el joven pescador actuó en la modalidad embarcado, con línea de flote y filet de mojarra como carnada, haciendo una deriva en la zona denominada como "Entrada del Río Tapia". Estuvo acompañado en la excursión de pesca por su padre, Julio Ale, quien es asiduo visitante del dique. Según los conocedores de la zona esa modalidad (embarcado, haciendo deriva) es la mejor para obtener "matungos" como el de la foto.
En cambio, para los que prefieren la pesca desde la orilla, la mejor opción para esta época del año es arrojando una línea de fondo, con encarne de filet de mojarra, si se quiere tentar a los pejerreyes, o con aserrín de hueso (se consigue en las carnicerías), para probar suerte con los lindos bagres que pueblan el lago.
Entre otras especies, las aguas de El Cadillal también albergan a enormes tarariras (algunas superan los 3 kilos, aseguran los pescadores), a las que hay que buscar actuando desde la orilla, con líneas de flote o a fondo, utilizando mojarras enteras como carnada.
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