martes, 6 de noviembre de 2012

ARRANCO LA TEMPORADA DE TRUCHAS


La temporada de pesca deportiva de truchas comenzó el jueves pasado y atrae a miles de turistas. 

Uno de los principales atractivos turísticos de la Patagonia andina, como lo es la pesca de truchas en los lagos, ríos y arroyos, arrancó su temporada el pasado jueves, 1° de noviembre, y se extenderá hasta el otoño, convocando como todos los años a miles de turistas que además, llegan con sus familias atraídos por la espectacularidad de los paisajes que se encuentran entre los mejores del país. (INFO REVISTA EL DIA).

Las zonas de Villa La Angostura, San Martín de lo Andes, Junín de los Andes, Bariloche, Villa Traful, El Bolsón y Esquel presentan un sinnúmero de espejos y cursos de agua en donde se autoriza la pesca deportiva, siempre con devolución y obteniendo previamente la correspondiente licencia en cada una de las sedes regionales de la Dirección de Parques Nacional. Pero, como se dijo, además de la pesca, el denominado Corredor de los Lagos presenta cuadros paisajísticos incomparables y una importante cantidad de actividades de turismo aventura para realizar, además de los tradicionales paseos y excursiones, como también las salidas náuticas por los lagos de mayor magnitud como el Nahuel Huapí, Traful, Lácar y Huechulafquen, entre otros.

Villa La Angostura
La temporada de pesca comenzó Villa La Angostura, lo que ya puso en plena marcha las actividades del que será el primer verano libre de cenizas tras la erupción del volcán Puyehue, con sus propuestas en ríos, lagos, bosques y montañas. La actividad es intensa, con la llegada de los fanáticos de la pesca con mosca, atraídos por los salmónidos que pueblan las aguas de lagos y ríos, en especial el Correntoso, entre las que se destacan las truchas arco iris y marrones.

Este río de aguas completamente cristalinas, que muchos dicen que con sus 300 metros es el más corto del mundo, descarga aguas del lago Correntoso en el Nahuel Huapi con un desnivel de unos 15 metros, por lo que es el paraíso pesquero de la zona, lo mismo que la zona adyacente del gran espacio lacustre de la región.
En ese lugar, precisamente, es donde a principios de los 70 se obtuvo una trucha marrón de 11,5 kilogramos; el jueves pasado desde temprano muchos pescadores se ubicaron desde temprano metidos hasta la cintura en el agua y protegidos por sus típicos “waders”, y también numerosos embarcados tiraron sus moscas desde las lanchas.
La costa del río, bajo el puente de la ruta 231 -que lleva a Chile-, es también lugar ideal para caminar entre jóvenes arrayanes, contemplar el paso del agua cristalina y su fondo pétreo desde el antiguo puente de madera.
Todos los especialistas coinciden en que los pescadores podrán disfrutar de lagos y ríos descansados en los que habrá abundantes truchas.
Hay quien dice que después del temporal, siempre llega la calma, y Villa La Angostura parece no ser la excepción. Después de la erupción del Volcán Puyehue, y de más de un año en el que no hubo actividad de pesca deportiva en los lagos y ríos de la localidad, se espera una gran temporada luego de esta especie de veda auto natural que impuso sabiamente la naturaleza.
La gran cantidad de ríos y lagos, grandes y chicos, con sus costas, sus pozones, sus veriles y rápidos, ofrecen todo tipo de escenario disfrutando amaneceres y atardeceres que dan un complemento extraordinario al ritual de la pesca.
Trucha Arco Iris, Marrón, y otras tantas especies enormemente demandadas a nivel internacional, han convertido a esta localidad y sus cursos de agua en el pesquero ideal para la modalidad mosca.
Villa La Angostura está ubicada sobre la costa Noroeste del Nahuel Huapi y en pleno corazón de la zona de Los Lagos, a tan sólo 80 km de la ciudad de San Carlos de Bariloche y muy cerca de pesqueros reconocidos como son el río Limay (a 50 km de su embocadura, 70 km de Rincón Chico, 80 km de la Balsa Maroma y 110 km de Confluencia) a 80 km del Lago Traful y 110 km de San Martín de Los Andes.
Opciones

A medida que el verano se acerca y pese al inestable microclima con tendencia lluviosa que se mantiene hasta enero en Villa La Angostura, también se incrementan las otras actividades de la época cálida.
En las numerosas bahías del Nahuel Huapi y del Correntoso, decenas de kayaks multicolores recorren las aguas tranquilas, en tanto quienes tienen mayor experiencia se animan a barrenar olas en aguas abiertas.
También hay mayor demanda de paseos en lanchas y catamaranes, en especial el que se combina con caminatas por el famoso Bosque de los Arrayanes, en el extremo de la península de Quetrihué, cuyo itsmo le dio el nombre a La Angostura.


En los bosques que cubren los cerros se multiplica la actividad y por sus senderos circulan caminantes que van hacia la cima, un refugio o un mirador mientras disfrutan del paisaje, aromas y sonidos; grupos de jinetes a paso lento y ciclistas que luchan con esfuerzo contra el escarpado terreno.
El cerro Bayo, que concentra la actividad invernal con sus pistas de esquí, está sin nieve y desolado, aunque hay turistas que utilizan sus medios de elevación para llegar al mirador que brinda una panorámica de la villa, a 1.710 metros sobre el nivel del mar, y luego ascender a pie otros 70 metros hasta la cima.
En el faldeo sur del Bayo, con laderas cortadas a pico, los amantes del montañismo “suave” se reúnen a deslizarse por un canopy de más de mil metros en cinco tramos, subir palestras o descolgarse en rappel.
Villa La Angostura, que en el invierno de 2011 fue tapada por casi medio metro de ceniza y arena volcánicas y en la primavera siguiente aún mostraba grandes espacios grises en su paisaje, luce hoy nuevamente los colores naturales de la Patagonia andina. Es decir, otra vez el agua y el cielo son azules, las nieves en las cimas lucen blancas, los bosques verdes y el sol sólo es tapado por las nubes.
Estos colores permanentes son matizados por otros incontables tonos de las flores de especies autóctonas y exóticas afincadas en la zona.

San Martín de los Andes

Por su parte, San Martín de los Andes se prepara para recibir a los pescadores que ya están llegando a disfrutar de sus ríos, lagos y lagunas cordilleranas, que se mantienen calmos y plagados de truchas, asegurándoles una excelente temporada.A poca distancia de San Martín de los Andes, excursiones cortas permiten acceder a sitios de renombre internacional donde expertos pescadores se reúnen cada temporada.

Las especies de mayor valor deportivo -por su tamaño y combatividad- son las truchas arco iris, marrón y fontinnalis. También lo son el salmón encerrado y algunas especies autóctonas como el pejerrey patagónico y la perca.
La pesca con mosca es, junto con el trolling y el spinning, una de las técnicas más practicada en la zona andina.
La temporada de pesca abarca seis meses del año, en general de noviembre a principios de mayo. Desde hace algunos años se ha impuesto la modalidad de modalidad de pesca y devolución, o catch and release. Su propósito es proteger las especies ictícolas, poniendo énfasis en el aspecto deportivo de la pesca y minimizando el impacto ambiental que supone. De todas maneras, debe ser practicada con cuidado para no dañar de manera irreparable a los peces.
Los ríos Caleufú, Quilquihue y Hermoso, cerca de San Martín de los Andes son muy visitados por los expertos en pesca deportiva.
El Caleufú nace de la unión de los ríos Filo Hua-Hum y Meliquina, para luego recorrer 50 km dentro de campos privados y desembocar en el río Collón Curá; la única forma de acceder a pescarlo es realizar una excursión de 3 ó 4 días descendiendo en balsa y acampando en sus costas e islas.
Entre San Martín y Junín de los Andes son 108 los prestadores del servicio, (guías de pesca), y se estima que cada pescador gasta 1000 pesos diarios, sumando además estadía, comidas y gastos, y en casos puntuales 250 dólares, según con quien contrate los servicios, lo que la ubica en la segunda actividad en importancia de la ciudad.