Llego el dia esperado y el Bermejo, vuelve a acojer a los pescadores. Es que paso el 18 de enero y a partir de hoy, El "Apodado Nilo de America", espera a todos los Mayuatos...
El Bermejo es uno de los ríos más importantes de la cuenca del plata y uno de los accidentes geográficos más notables de la región del Gran Chaco. Nace en las sierras de Santa Victoria y desemboca en el río Paraguay.
Letra de las Voces de Oran El BERMEJO Y YO...
Yo nosé porque cuando me acuerdo de esos dias
Que me pasaba pescando en el Bermejo
Me dan unas ganas de volver de nuevo
Y me da pena de encontrarme lejos,
Quisiera volver de nuevo hasta la Quena
Oran ,Pichanal,Embarcación,
Tomar unos vinos con tanta gente buena
Y encarnar en mi anzuelo una canción.
El tramo superior se halla en Bolivia pero la mayor parte de su recorrido y cuenca se encuentran en territorio argentino. La pesca en el Bermejo es tan notable como en los ríos Paraná y Uruguay; no tiene la misma popularidad que los mencionados anteriormente, pero es muy rico en especies y biodiversidad. El surubí pintado, el dorado y grandes pacúes son algunas de las especies que habitan sus aguas. Son los meses de invierno las ideales para ir en busca de las grandes piezas. Estas especies llegan a portes que superan los 50 kilos de peso. A principios de enero y fines de febrero el río comienza a crecer, anegando las lagunas y permitiendo que los alevinos de los peces logren salir al gran cauce, completando así el ciclo de reproducción. En los meses que van de febrero a marzo el río comienza su descenso formando los famosos “chorros” en los cuales los cardúmenes de peces forrajeros como sabalitos y mojarras salen al cauce, siendo la fuente de alimentación de las grandes especies, un espectáculo único que brinda la naturaleza.
La pesca
La pesca en el río Bermejo, tal como se la realiza, en casi toda la cuenca, es indiscriminada, irracional e insustentable. La falta o escasez de controles que permitan el cumplimiento de lo legislado, es, sin dudas, una de las causas de esta dolorosa situación actual.
Otra de las causas, es la falta de interés que existría en lograr el diseño y la aplicación de programas efectivos tendientes a dar protección y sustentabilidad a la fauna ictícola.
Da la impresión de que con los peces pasa lo mismo que con el agua del río: pensamos que nunca se van a acabar y entonces todos pescamos y lo hacemos, en la mayoría, con criterio de explotación y sin cumplir con las regulaciones existentes.
Con cada día que pasa, la presión que se ejerce sobre el recurso es mayor y, a este paso, es posible concluir, que en el mediano plazo, los peces que hoy, todavía están, habrán desaparecido y, con ello, las aguas del río quedarán sin la esencial regulación que los peces realizan en los ecosistemas acuáticos.
Una prueba de esto, es que estando prohibida, por acuerdos jurisdiccionales, la pesca comercial en la cuenca del Bermejo, ha sido habilitada por autoridades de algunas localidades ribereñas. Por lo que se sabe, las medidas habrían sido tomadas sin ningún tipo de análisis del recurso y sin realizar consultas a las autoridades competentes de la región.
Otro de los problemas que atenta contra la sustentabilidad de la fauna ictícola, quizás el mas importante, lo constituyen las grandes bombas centrífugas. Estas, junto con el agua, extraen, según épocas del año, millones de ovas, larvas y alevines de peces que inexorablemente se pierden. Esto evidentemente sucede, porque el problema, como tal, ha permanecido como ignorado y sin ser analizado racionalmente. Sin embargo, se supone que podría ser de fácil solución si existiera la voluntad de lograrlo. Los beneficios serían los que todos podemos imaginar: un importante aporte a la sustentabilidad de la fauna ictícola que hoy parece importar poco.
Todo lo citado, no hace más que demostrar el uso anárquico, indiscriminado e irracional, que seguimos haciendo, a un recurso que es de todos como lo es, también, el río.
El Bermejo es uno de los ríos más importantes de la cuenca del plata y uno de los accidentes geográficos más notables de la región del Gran Chaco. Nace en las sierras de Santa Victoria y desemboca en el río Paraguay.
Letra de las Voces de Oran El BERMEJO Y YO...
Yo nosé porque cuando me acuerdo de esos dias
Que me pasaba pescando en el Bermejo
Me dan unas ganas de volver de nuevo
Y me da pena de encontrarme lejos,
Quisiera volver de nuevo hasta la Quena
Oran ,Pichanal,Embarcación,
Tomar unos vinos con tanta gente buena
Y encarnar en mi anzuelo una canción.
El tramo superior se halla en Bolivia pero la mayor parte de su recorrido y cuenca se encuentran en territorio argentino. La pesca en el Bermejo es tan notable como en los ríos Paraná y Uruguay; no tiene la misma popularidad que los mencionados anteriormente, pero es muy rico en especies y biodiversidad. El surubí pintado, el dorado y grandes pacúes son algunas de las especies que habitan sus aguas. Son los meses de invierno las ideales para ir en busca de las grandes piezas. Estas especies llegan a portes que superan los 50 kilos de peso. A principios de enero y fines de febrero el río comienza a crecer, anegando las lagunas y permitiendo que los alevinos de los peces logren salir al gran cauce, completando así el ciclo de reproducción. En los meses que van de febrero a marzo el río comienza su descenso formando los famosos “chorros” en los cuales los cardúmenes de peces forrajeros como sabalitos y mojarras salen al cauce, siendo la fuente de alimentación de las grandes especies, un espectáculo único que brinda la naturaleza.
La pesca
La pesca en el río Bermejo, tal como se la realiza, en casi toda la cuenca, es indiscriminada, irracional e insustentable. La falta o escasez de controles que permitan el cumplimiento de lo legislado, es, sin dudas, una de las causas de esta dolorosa situación actual.
Otra de las causas, es la falta de interés que existría en lograr el diseño y la aplicación de programas efectivos tendientes a dar protección y sustentabilidad a la fauna ictícola.
Da la impresión de que con los peces pasa lo mismo que con el agua del río: pensamos que nunca se van a acabar y entonces todos pescamos y lo hacemos, en la mayoría, con criterio de explotación y sin cumplir con las regulaciones existentes.
Con cada día que pasa, la presión que se ejerce sobre el recurso es mayor y, a este paso, es posible concluir, que en el mediano plazo, los peces que hoy, todavía están, habrán desaparecido y, con ello, las aguas del río quedarán sin la esencial regulación que los peces realizan en los ecosistemas acuáticos.
Una prueba de esto, es que estando prohibida, por acuerdos jurisdiccionales, la pesca comercial en la cuenca del Bermejo, ha sido habilitada por autoridades de algunas localidades ribereñas. Por lo que se sabe, las medidas habrían sido tomadas sin ningún tipo de análisis del recurso y sin realizar consultas a las autoridades competentes de la región.
Otro de los problemas que atenta contra la sustentabilidad de la fauna ictícola, quizás el mas importante, lo constituyen las grandes bombas centrífugas. Estas, junto con el agua, extraen, según épocas del año, millones de ovas, larvas y alevines de peces que inexorablemente se pierden. Esto evidentemente sucede, porque el problema, como tal, ha permanecido como ignorado y sin ser analizado racionalmente. Sin embargo, se supone que podría ser de fácil solución si existiera la voluntad de lograrlo. Los beneficios serían los que todos podemos imaginar: un importante aporte a la sustentabilidad de la fauna ictícola que hoy parece importar poco.
Todo lo citado, no hace más que demostrar el uso anárquico, indiscriminado e irracional, que seguimos haciendo, a un recurso que es de todos como lo es, también, el río.
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